Así lo indica un estudio de la DEA (Drug Enforcemente Administration). Calcula que actualmente, el vecino país coloca en el mercado internacional 400.000 toneladas anuales de dicha droga, superando a México y Colombia. Un informe de la agencia estadounidense DEA publicado por el diario “Miami Herald”, consigna que “Paraguay se consolidó como el primer productor de marihuana del mundo”, destacando asimismo el acelerado aumento de plantaciones, especialmente en los departamentos Amambay, Curuguatí, Alto Paraná, Itapúa y San Pedro. Según la nota, “en los últimos años también ingresa a Paraguay mucha cocaína proveniente de Bolivia y Perú, al tiempo que se instalan jefes de cárteles mexicanos (Guadalajara y Michoacán, entre otros), algunos de los cuales fueron recientemente detenidos en Asunción, respondiendo a la orden de captura dispuesta por la Interpol”. Por su parte, en ocasión de la Peregrinación a la Basílica de Caá Cupé, varios obispos denunciaron el incremento del narcotráfico, en connivencia con gobernantes de turno denunciando además, la profunda división social entre la nueva oligarquía política y vastos sectores de la población campesina, que vive en extrema pobreza. Negocio redondo Se calcula que una tonelada de marihuana paraguaya, sale a la venta en chacra a un precio que no supera los 1.500 dólares. Cuando ingresa a la Argentina ya cuesta 4.000 y desde los puertos de Rosario, Zárate, Campana o Nueva Palmira (Uruguay), donde se recarga rumbo a Europa y Medio Oriente, su valor supera los 60.000 dólares por tonelada. En el derrotero -que va desde la chacra hasta el consumidor final- intervienen numerosas personas que integran la delictiva cadena comercial. En rigor, la alucinógena que crece con suma facilidad en la tierra arenosa, no requiere de mucho cuidado por parte de los agricultores que la producen. La primer cosecha se realiza a los tres años, cortándose hojas, brotes y ramas a machetazos para su secanza a cielo abierto, en forma de parva. Luego se la “pica” y prensa para formar paquetes llamados ladrillos cubiertos con nylon, los que se cargan cruzando la frontera hacia territorio argentino en canoas, lanchas, automóviles y aviones que despegan desde decenas de pistas clandestinas, bajando en campos del sur de Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa, Entre Ríos, Santa Fe, aprovechando la fragilidad de los controles limítrofes , por falta de radares y de aeronaves destinadas a su persecución por parte de fuerzas de seguridad. El nuevo Gobierno argentino anunció la inversión de 40.000 millones de dólares en la compra de lanchas patrulleras marítimas y fluviales, aviones militares e insumos apuntandoaq la reactivación de radares fabricados por el Invap, previendo que funcionen permanentemente en toda el área de la Región NEA. El informe publicado por el Miami Herald (basados en datos de la DEA), alude a la situación del presidente paraguayo Horacio Cartes, dueño de unas 20 fábricas de cigarrillos y anteriormente también acusado de narcotráfico, quien intentaría su reelección indefinida como en tiempos del dictador Alfredo Stroessner, pese a que la Constitución del Paraguay lo prohíbe de manera terminante.
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